Como concelebrantes de la eucaristía estaba el Obispo de San Cristóbal, monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez; el Nuncio Apostólico en El Congo y Gabón, Monseñor Francisco Escalante y el Obispo auxiliar emérito de Mérida, monseñor Luis Alfonso Márquez Molina. Por parte del presbiterio un total de 45 sacerdotes entre diocesanos y religiosos se hicieron presentes en la celebración, además de dos sacerdotes acompañantes de la Arquidiócesis de Mérida.
Al finalizar la misa, el presidente de la Academia de Historia del Táchira, Roberto Avendaño, le entregó a monseñor Porras un acuerdo de júbilo por haber alcanzado la más alta investidura de la Iglesia católica; seguidamente el alcalde de Guásimos, William Galavís, y los concejales, lo declararon hijo ilustre; luego el alcalde de Cárdenas y los concejales, tras declararlo huésped ilustre, le entregaron las llaves de la ciudad de Táriba; también estuvo el alcalde de Michelena, Fernando Andrade. La sesión solemne en la Basílica amenizó la Banda Municipal de dirigida por el profesor José Medina, y el coro parroquial de Nuestra Señora de la Consolación, que dirige el profesor Abraham Castro.
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